Marruecos en moto. Nos despedimos de las gargantas de dades. Empezamos el día con un riquísimo desayuno. El propietario, que nos ha hecho pasar una estancia increible nos advierte de que ya tenemos el parking abierto para sacar la moto cuando queramos. Nos dice, que lo ideal para seguir con la ruta es seguir por una camino roto, bastante solitario y seguramente algo inundado por las lluvias de las ultimas semanas. Como nos gusta no saber dónde vamos. Esto huelo a aventura!!
Decidimos hacer caso a las indicaciones que nos había dado el chico del albergue y nos vamos con las ganas de devorar las gargantas de dades y llegar al camino roto que nos dijo que tanto disfrutaríamos. La verdad que Marruecos en moto sorprende en todos sus rincones , por suerte, como nos pasó con las gargantas de Todra, no hay apenas gente y eso nos permite disfrutar aún más de todo el escenario.
Aprovechamos para tomar un refresco en el restaurante que hay arriba del todo de las gargantas de dades. Es la terraza la que nos brinda la posibilidad de hacer la típica foto y disfrutar de todo este paisaje.
Dejamos las gargantas de dades atrás y vemos cómo poco a poco el paisaje empieza a cambiar. La R704 es una caja de sorpresas y nos tememos que los próximos quilómetros, van a ser los más bonitos y divertidos de todo nuestro viaje. Marruecos en moto está siendo una pasada.
Hacer casi 100 quilómetros sin asfaltar, con ruedas de carretera, con las tres maletas y dos personas en la moto, tiene buena pinta no ?. A priori parece que no es lo mejor ni para nosotros ni para la moto, pero ya te digooooooooo vaya aventura. Cada curva pasada con una sonrisa entre oreja y oreja y disfrutando al máximo de este paisaje. Aprovechamos para tomar algo fresco que llevamos en las maletas y comer un poco.
Tengo claro que la próxima vez que visite este país, si o si quiero volver a esta pista. Acabaremos el día, durmiendo de nuevo en Rise in Valley, aquí dormimos hace unos días, es un sitio que nos encantó y repetir es una buena muestra de ello.
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